La Iglesia de Hechos 29
La Iglesia de Hechos 29
Nosotros, para contestar fielmente a la llamada del Señor, debemos apreciar el cuerpo de Cristo y plantar Iglesias, comenzando con la familia. No podemos quedarnos quietos. El amor no es amor, si no se regala a otros. Dios es amor:
· “Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente.” 1 Juan 4:16-18)
En nuestros días, las Iglesias grandes en los continentes occidentales, están perdiendo su importancia, tanto en cuanto a los números de sus fieles como en mantener el impacto del cristianismo en la cultura.
En América Latina, siempre ha habido una carestía de clero nacional, y muchos latinos son “católicos culturales,” no más.
Y en los países que enviaron muchos misioneros hace 50 años, ya la mayoría de la gente ni asiste a la Iglesia, ni se casan en la Iglesia. La mayoría de los ciudadanos de varios países europeos declaran que ni creen en Dios. Los números de clero son muy reducidos a nivel mundial.
En el siglo XIX, cuatro intelectuales europeos--Nietzsche, Darwin, Freud y Marx-- hicieron gran impacto a nivel mundial y desbarataron el cristianismo en particular, y la fe en Dios en general. Ellos reemplazaron la fe en Jesucristo con el naturalismo. Los marxistas lograron subyugar a muchas naciones, y prohibieron el cristianismo. Ellos intentaron crear un nuevo orden mundial, prohibiendo la codicia y los egoísmos, y la palabra de Dios.
Con la caída de la Unión Soviética, los profesores marxistas de universidades en el mundo occidental perdieron mucho prestigio, y no podían continuar más con sus enseñanzas sobre los beneficios de un gobierno marxista, ni una economía marxista. Pero si continúan ahora, ensenando el marxismo cultural, conocido como el Wokeísmo, la filosofía naturalista.
Frente a esta situación actual, ¿Cómo proceder en la viña del Señor?
En primer lugar, vamos a hacer un inventario de lo que tenemos, e idear como avanzar, paso por paso.
Hay un método exitoso al que podemos recurrir en la palabra de Dios, en el Libro de los Hechos. Como sabemos, Hechos es un “manuscrito de trabajo” de la Iglesia apostólica, después de la ascensión de Cristo, y de los sucesores de los primeros discípulos y apóstoles. Canónicamente, el libro de Hechos se termina con el Capítulo 28, es cierto… pero no funcionalmente, porque la Iglesia tiene que continuar en la obra de Cristo. Debemos ser ahora “la Iglesia de Hechos 29,” agregando nuestros testimonios y manuscritos de trabajo en cada generación.
Después de la muerte y resurrección de Cristo, sus discípulos fueron bloqueados de entrar y predicar en el Templo, y eventualmente en las sinagogas.
La mayoría de los apóstoles fueron hombres sin formación formal:
· “Cuando las autoridades vieron la valentía con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios ni cultura, se quedaron sorprendidos, y reconocieron que eran discípulos de Jesús.” Hechos 4:13
Obraron eficazmente bajo el poder del Espíritu Santo:
· “Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder.” 1 Corintios 4:20
· “Pues cuando nosotros les anunciamos el evangelio, no fue solamente con palabras, sino que lo hicimos también con demostraciones del poder de Dios y de la actividad del Espíritu Santo, y con una gran abundancia de gracias.” 1 Tesalonicenses 1:5
En contraste, San Pablo tuvo mucha formación formal. Él había sido conocido como el Rabino Saúl, el discípulo destacado del famoso Rabino Gamaliel, uno de los 5 “Rabanes” más destacados en toda la historia judía. Después de su conversión a Jesucristo, el perdió su prestigio en la clase dominante judía. El aceptó esto con valentía, y aceptó un nuevo nombre, Pablo—Paulus en latín, que significa “el menor;” el menor de los apóstoles. El abandonó el uso de su primer nombre, Saúl, el nombre del primer rey de Israel, cuando el aceptó ser el apóstol a los gentiles.
A través de 13 años, el menor de los apóstoles, San Pablo, fundó al menos 14 Iglesias en varios países, y lo hizo sin apoyo de la clase dominante judía, ni mucho menos de los gentiles. Típicamente, él tenía que trabajar para su sustento, para no ser un fardo para los nuevos creyentes en Cristo. (Hechos 18:3)
El secreto de éxito de los primeros apóstoles, tanto San Pablo como los otros menos letrados, consistió en aprender la voluntad de Dios por intermedio de la palabra de Dios, y promulgarla, a pesar de no tener un púlpito en un templo: Pablo predicó en el Ágora, el mercado abierto de Atenas, a pesar de cierta resistencia. El obedeció a Dios en esto:
· “...que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia.” (2 Timoteo 4:2).
¿Tenemos nosotros la valentía de predicar en el mercado, o en la radio, la televisión, en el internet?
Necesitamos reavivar un despertar en nuestra Iglesia, y en las Iglesias, sobre todo en nuestros países que tienen una herencia cristiana, y las libertades de expresión, de conciencia y de la religión.
¿Hay un despertar en unos países hoy en día?
Si hay, y sorprendentemente, tiene lugar en países donde hay grandes persecuciones de los cristianos.
China Roja: Cuando la revolución comunista tuvo lugar en 1948, los misioneros, tanto extranjeros o chinos, fueron o encarcelados, o matados, o exiliados. Medio siglo más tarde, las Iglesias en el occidente pensaron que las Iglesias chinas ya fueron inexistentes. A la más grande sorpresa de todos, ¡se supo en el año 1999 que las Iglesias chinas clandestinas estaban creciendo a un ritmo extraordinaria, y que había tal vez hasta 130millones de chinos, miembros nuevos de las Iglesias clandestinas! Se supo esto cuando se publicó la historia de un pastor chino, el Hermano Yun, llamado “el Hombre Celestial.” Tuve la ocasión de conocerle a él y a su señora cuando él predicó en una Iglesia en Florida, EE. UU. hace unos años. En su testimonio, se habla de su encarcelamiento y tortura en una prisión comunista china, y de su escape milagrosa. Un ángel del Señor fue a su celda, y le llevo fuera de la prisión, abriendo milagrosamente las puertas y dejándole pasar sin oposición de los guardias, semejante a lo que se lee en Hechos 5:18-20
· y arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y los sacó, diciéndoles: «Vayan y, de pie en el templo, cuenten al pueblo todo este mensaje de vida.”
Hay que leer El Hombre Celestial, que ya se publicó en español.
Irán: Irán es el país musulmán más comprometido al “yihad,” o la conquista e imposición del Islam por la fuerza de armas. Su gobierno teócrata se lidera por unos “mullas,” o lideres religiosas. Convertirse en cristiano se castiga por el encarcelamiento y/o pena de muerte. No obstante, como había más abertura al occidente bajo el Shah hasta 1979, y como hay más acceso a informaciones extranjeros ahora, gracias al internet, hay mucha decepción en la ciudadanía. Hasta 60% de las mezquitas se cerraron por falta de interés. Muchos iraníes ya no se consideran ser musulmanes. Muchos ya son ateos.
Pero muchos otros ya se convirtieron en cristianos y son miembros de las Iglesias clandestinas. El acceso a la palabra de Dios en el internet, y en las Biblias importadas clandestinamente, ha ayudado en fomentar este movimiento del Espíritu en aquel país. Además, muchos musulmanes, incluso varios que conozco en varios países, fueron convertidos a la fe en Jesucristo, después de tener sueños vividos del Señor Jesús y de la necesidad de tomar una decisión y aceptarle a Jesús como su Señor y Salvador personal. Es posible que haya hasta un millón de cristianos iraníes hoy en día, miembros de Iglesias iraníes clandestinas. Les cuesta caro, pero aceptan la llamada de Cristo.
Hay un despertar aun en otros países donde hay persecuciones. Pakistán es un país musulmán que persigue a la minoría católica oriental. A pesar de ello, hay musulmanes pakistaníes que ya se convirtieron y son miembros de Iglesias clandestinas.
En nuestra Iglesia Católica Oriental en las Américas, debemos hacer uso de la palabra de Dios con poder. Debemos poner en marcha la evangelización uno por uno, seguido por la creación de pequeños grupos de estudio de la Biblia, que luego se relacionen en comunidades eclesiales de base.
Si nuestros hermanos en países comunistas y musulmanes lo pueden hacer a pesar de las persecuciones, ¿Por qué nosotros no lo podemos hacer en nuestros países?
Hace falta un despertar en nuestros pueblos que tienen una herencia cristiana.
· “Escribe también al ángel de la iglesia de Sardes: “Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Yo sé todo lo que haces, y sé que estás muerto aunque tienes fama de estar vivo. Despiértate y refuerza las cosas que todavía quedan, pero que ya están a punto de morir, pues he visto que lo que haces no es perfecto delante de mí Dios.” Apocalipsis 3:1-2
Lo que nos hace falta también es poner en marcha la virtud de la valentía:
· Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio. No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor…” 2 Timoteo 1:6-8.
Amén.